Visitar galerías se ha convertido en uno de mis pasatiempos favoritos. Además de ser gratis — cosa muy importante para alguien como yo — me encanta el ambiente que se crea alrededor de las obras de arte. Por mucha confusión que exista actualmente acerca del arte, cada quien tiene sus propias ideas acerca de lo que es una obra de arte, y eso, me parece, es lo que cuenta. Hay en algunas obras raras como un residuo de lo religioso — pero sin ningún elemento didáctico, de modo que tú puedes ponerte en contacto directamente con el espíritu creador. Desde luego que hay incompetentes y charlatanes por todas partes y abundan los artistas falsos y por cada uno que es auténtico hay cien que se engañan. Pero si tienes suerte y tu artista sabe lo que hace, unos minutos de contemplación pueden bastar para darte tanta felicidad como cien sesiones de, digamos, meditación trascendental.
Adjunta te mando una tarjeta con mis nuevas señas y número de fax.
8
8
Así que no funcionó. La verdad, no me extraña, pero cuatro meses es realmente absurdo. Dices: Felipe es más que un cerdo. No sé exactamente lo que quieres decir; sólo espero que no estés encinta — de ninguno de los dos. Qué injusto que él te descubriera a ti en flagrante delito, y así se sintiera con derecho a tratarte como dices, cuando tú hiciste lo que hiciste por despecho. Las escenas que haría tu madre: puedo verla, acostada en su cama con una toallita mojada tapándole la cara mientras te echa un sermón.
Como entendida en catástrofes, lo único que puedo decirte es que todo pasa finalmente, que tu vida encontrará la manera de reorganizarse y que antes de darte cuenta te habrás transformado, serás otra y te costará comprender cómo fuiste ayer.
9
9
Comprendo perfectamente tus deseos de salir de Guatemala, de comenzar de nuevo. Dices que piensas en venir a Nueva York, y me parece buena idea. Pero me preguntas si en el apartamento que tengo actualmente habría espacio para alojarte, y me temo que la respuesta es no. Claro que tratándose de ti podría hacerte sitio aun en mi propia cama, pero por desgracia es mal momento. Estoy viéndome con un chico que me encanta, y como él comparte apartamento, usamos el mío cuando queremos estar solos, así que sería molesto tenerte de huésped. ¿No tienes otros amigos o conocidos aquí? Se me ocurre preguntarte si no has pensado en París, y si conoces gente allá, porque me parece que es otra ciudad donde cualquiera podría rehabilitarse. Pero si de todas formas decides intentarlo en Nueva York, telefonéame cuando estés aquí. Podríamos ir juntas al cine o a las galerías de arte o al teatro, o, si todo eso te aburre, a comer o tomar unas copas o un café.